NUESTROS EVENTOS

Nunca he estado en el lado turco, lo más cerca que he visto a un turco es desde la ventana de mi taxi cuando pasamos por algún control cercano a la línea verde, no los odio, no tengo porque, pero son como aquellos vecinos de los que no quieres saber. Mama llego a vivir con ellos, eran vecinos, amigos, compañeros de colegio; hasta el día de la invasión.

                Desde aquí puedo ver a mama, esperando en la puerta de casa, ¿Cuánto tiempo llevara allí esperando?

                Llevamos 20km recorridos desde la frontera, muy despacio, ya estamos en el lado turco y mama no ha dicho ninguna palabra, estamos muy cerca de la gran bandera turca del monte Pentadaktylos, mama la mira perdida en su pensamientos…”Mira Constantino detrás de aquel monte esta la aldea…todo aquello eran campos de olivos……muy buenos olivos…..los han quitado todos”.

                “Mira Constantino la iglesia sigue en pie…han quitado todo el mármol….hasta la campana….aquí vivía Adelphos…..la panadería”

                Después de subir una pendiente, diviso un gran patio con frutales y una casa en ruinas, veo las lágrimas de mama, la mirada hundida en sus pensamientos; estoy seguro que es la casa de la abuela.

                “Como no me voy acordar de aquel día era el 15 de Julio de 1974…….cuando dieron el golpe de estado a Makarios sabíamos que nada bueno podría salir de aquello, a  tu padre lo acuartelaron ese mismo día…no lo volví a ver más….”.

                Mi madre jamás me había hablado tanto de aquellas jornadas, en casa siempre ha sido un tema tabú, así que solo escucho atentamente dejando que desahogue 40 años de dolor.

                “Tu padre murió el 20 de Julio, defendiendo el puerto de Kyrenia, eso nos dijeron…fue todo tan rápido…desde la aldea pudimos ver los barcos turcos que se acercaban a puerto….al principio no sabíamos lo que pasaba, cuando los aviones empezaron a bombardear entendimos inmediatamente que la guerra con Turquía había empezado, salimos con lo puesto hacia Nicosia, en la aldea de la abuela los milicianos del TMT llegaron antes de que pudiesen salir”.

                “Las heridas de la guerra, las torturas, las mutilaciones, la experiencia de los refugiados, hasta la muerte de un padre y marido en la guerra, todo eso se cura después del conflicto…., pero si hace 40 años tu madre se fue a comprar pan y no volvió, eso…..eso no tiene cura…”.

                Y ahora me tocara a mí contar que paso aquel 20 de Julio de 1974 durante la Operación Atila, en aquella pequeña franja de tierra, en aquella “tierra de nadie”…